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Claudia Valdés: secuelas de su visita en La Habana
“El que entienda que porque una persona va a estar con su amiga, con su madre o con su abuela es una definición de política, está loco, eso es una definición de sentimientos, de afecto”, aseguró Alexis Valdés en defensa de Claudia Valdés, a propósito de las ofensas que ha recibido por su visita a Cuba para el cumpleaños de su amiga Ana de Armas.
La visita de Ana de Armas a La Habana y la celebración de su cumpleaños 35 han sido tema de comentario y publicaciones en redes sociales. Sin embargo, muchas personas han querido politizar su visita a Cuba y también la de sus amigos.
El blanco en este caso fue la actriz Claudia Valdés, quien viajó a la Isla para compartir con su amiga Ana de Armas la celebreción por su cumpleaños junto a muchos otros artistas y amigos.
Claudia, aún sin publicar nada en sus redes sociales, fue vista en las fotos de los amigos que compartieron esa noche, lo que provocó que llovieran críticas contra ella por el solo hecho de visitar Cuba.
A través de las redes sociales, su esposo, Alexis Valdés, salió en su defensa y arremetió contra aquellos que se han ensañado con la actriz.
Uno de los principales atacantes fue Alexander Otaola quien dijo refiriéndose a la artista: «
“Claudia Valdés ni es Patria y Vida ni le importa nada el dolor de nadie, ni le importa Luis Manuel Otero Alcántara ni le importa Maykel Osorbo”.
Otaola la llamó “descarada” y “cara dura” y dijo además que ella “lo que está buscando en Ana de Armas es ver si consigue algo en Hollywood”. Poniendo al descubierto su triste necesidad de empañar un sentimiento tan hermoso como la amistad.
Ante este ataque, Alexis Valdés, respondió:
En una entrevista reciente con Enrique Santos, Alexis Valdés aclaró que fue Ana de Armas quien invitó a Claudia a su cumpleaños porque entre ellas, y también Claudia Muma Alvariño, hay una gran amistad, pues estudiaron juntas la carrera de actuación.
Por desgracia, para muchos es su trabajo enredar y tergiversar acciones y circunstancias en la vida de otras personas, eso es lo que les da de comer. Sin importar quien sea o lo bueno que haya hecho en la sociedad si hay tela por donde cortar van a la carga con comentarios y publicaciones que solo disminuyen a las personan, distorcionan los hechos y crean polémica.
Hasta el momento tanto Claudia Valdés como Ana de Armas no se han dejado provocar y han mantenido su posición sin publicar nada que no quieran y sin ceder a las presiones de estos magos del disturbio.
En su cuenta de Instagram, Claudia reveló a sus seguidores que sí les contará sobre su viaje pero sólo cuando ella entienda y no cuando otros quieran.
Sobre la polémica visita de Ana de Armas
Para la gran mayoría de los cubanos la visita de Ana de Armas fue motivo de orgullo, porque el hecho de que una cubana formada como artista en nuestro país haya llegado a los escenarios de Hollywood es algo digno de admirar e irremediablemente regodearse con el hecho de haber nacido en la misma tierra.
Lamentablemente, para otros no fue así.
La actriz ni siquiera posteó su viaje en redes sociales. Todo lo que supimos fue pura intromisión en su intimidad o gracias a las publicaciones de algunos de sus amigos, también atacados por aquellos que no pueden con la felicidad de los otros o que simplemente cobran por crear caos en la vida de otros.
Quisieron hacer una tormenta sobre la negativa de Ana ante la petición de una entrevista para Cubadebate, pensaron que la artista con eso estaba tomando algún partido en cuanto a la política.
«No, gracias, estoy de visita (…)» fue su respuesta ante tal petición, pero ella no fue comprendida.
No pueden entender que una persona venga a Cuba y solo quiera disfrutar a su familia y pasarla bien. El hecho de ser ahora una famosa actriz de Hollywood no la hace menos humana ni menos cubana.
Luego la criticaron por el hecho de no hacer lo que algunos esperaban que hiciera o porque asistió a los lugares que quiso y no a los que ellos hubieran querido para poder echarle más picante a su salsa.
Ana de Armas puede tener el pensamiento político que quiera, como el resto de los cubanos, pero eso no lo dejo ver, no era su interés, al menos en ese momento, porque su visita fue de placer, de vacaciones, de reencuentro con su familia, sus amigos y su tierra, para complacerse a ella misma y no para seguir el jueguito de la politiquería barata.