Alejandro Socorro revive su juventud en Cuba tras reencuentro con «Los Tres de la Habana».
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En una emotiva velada, Alejandro Socorro, un amante de la música y fiel seguidor de los ritmos cubanos, tuvo la oportunidad de revivir su juventud y reconectar con su pasión por la salsa, el timba, la rumba y la trova, gracias a la inolvidable presentación de «Los Tres de la Habana».
Esta destacada agrupación musical logró transportar a Alejandro a los vibrantes días de su adolescencia en Cuba, evocando recuerdos de su época como salsero, timbero, rumbero, trovador y bohemio.
La emoción y la alegría de Alejandro Socorro fueron capturadas en una publicación en Instagram, donde compartió su entusiasmo por la gran oportunidad de disfrutar de la música de «Los Tres de la Habana» en el reconocido lugar llamado «Añejo».
Para Alejandro, esta presentación fue mucho más que un simple concierto; fue un encuentro con sus raíces musicales y un viaje en el tiempo hacia los momentos inolvidables que vivió en su tierra natal.
La mágica velada musical en «Añejo» resonó con los ecos del pasado de Alejandro Socorro, transportándolo a sus días en el icónico «Café Cantante» en Cuba.
Durante aquella etapa de su vida, participaba con entusiasmo en peñas y tertulias, donde se entregaba por completo a la música, tarareando las canciones que llenaban el ambiente y compartiendo risas y momentos inolvidables con amigos y amantes de la música.
«Los Tres de la Habana» no solo brindaron una memorable actuación, sino que también crearon un puente entre el pasado y el presente de Alejandro Socorro. Las notas musicales resonaron con la esencia de la Cuba que él conoció y amó, desencadenando emociones que revivieron su espíritu joven y su pasión por la música que siempre ha sido una parte intrínseca de su identidad.
La experiencia de Alejandro Socorro al compartir con «Los Tres de la Habana» en «Añejo» fue un viaje emocional a su juventud en Cuba, donde la música y la camaradería se entrelazaban para crear recuerdos que perduran en el tiempo.
Este reencuentro musical demostró una vez más el poder de la música para transportarnos a lugares y momentos significativos de nuestra vida, y cómo la pasión por la música puede trascender fronteras y generaciones.