Cuba, tierra de rica cultura y tradiciones, ha sido hogar de generaciones de familias dedicadas a la producción de quesos artesanales. En el corazón de esta tradición se encuentra «Las Margaritas», una fábrica de lácteos con más de un siglo de historia, que ha cultivado la pasión por la calidad y el cuidado en cada etapa del proceso, convirtiendo su queso blanco en un patrimonio familiar único.
Desde 1906, esta familia ha dedicado su vida al arte de la producción de quesos, y a lo largo de cuatro generaciones, ha perfeccionado sus técnicas, fusionando sabiduría ancestral con innovación, para dar vida a un producto distintivo en aroma, sabor y textura que cautiva a todos los paladares.
El secreto detrás del éxito de «Las Margaritas» radica en su enfoque en la producción de leche de calidad. Desde el cuidado ganadero hasta el proceso de elaboración de quesos, cada paso es realizado con esmero y dedicación. Las vacas son criadas con buenas prácticas y nutrición adecuada, lo que se traduce en una materia prima excepcional para sus quesos.
La fábrica, que ha visto pasar el tiempo y los cambios en la industria, ha sabido adaptarse sin perder la esencia de su tradición. Se han incorporado avances científicos y tecnológicos, pero siempre se ha preservado el toque artístico transmitido de generación en generación. Cada quesero en «Las Margaritas» comprende la importancia de equilibrar la ciencia con el arte, manteniendo la esencia única que caracteriza a sus quesos.
El queso blanco de «Las Margaritas» se ha convertido en un tesoro culinario para la isla. Su sabor suave y cremoso conquista a quienes lo prueban, dejando una sensación de satisfacción que invita a repetir la experiencia una y otra vez. Además, la versatilidad de este queso lo ha llevado a ser un ingrediente indispensable en la cocina cubana, protagonizando platos tradicionales y creando nuevas delicias gastronómicas.
La fábrica ha sido testigo de momentos históricos en Cuba, y ha sido parte de la vida de muchas familias a lo largo de su existencia. «Las Margaritas» se ha convertido en un símbolo de la pasión, dedicación y amor por la producción de quesos en la isla. Cada queso que sale de sus instalaciones es un reflejo del legado familiar, del esfuerzo conjunto de generaciones que han dejado su huella en esta tradición centenaria.
Más que una simple fábrica de quesos, «Las Margaritas» es un pedacito de historia cubana que se mantiene vivo en cada bocado de su queso blanco. Es el resultado del trabajo incansable y la unión de una familia que ha encontrado en la producción de lácteos no solo una forma de sustento, sino una pasión que trasciende el tiempo y perdura en el corazón de Cuba.
Así, la historia, el arte y la tradición familiar femenina en la producción de quesos en Cuba desde 1906 se entrelazan en «Las Margaritas», un legado que sigue escribiendo su historia con cada queso que lleva consigo el sello distintivo de una familia que ha dedicado su vida a deleitar a Cuba con un producto único, lleno de amor y dedicación.
