Table of Contents
¡Capuchino cubano, disfruta de esta receta en 7 pasos! (+ Resolución 148/2023)
El capuchino es un postre típico de la cocina cubana, que consiste en una torta en forma de cono hecha de yema de huevo. Su color dorado profundo y su agradable textura lo hacen más que para chuparse los dedos.
Table of Contents
Origen del capuchino
El origen de esta tarta está en la casa de las monjas capuchinas de las Clarisas, ya que su fundadora fue Santa Clara. El componente principal de los manjares de la Clarisas es la yema; tradicionalmente, los visitantes llevan una docena de huevos a la orden para garantizar el clima adecuado en la boda, para evitar la desgracia en un día de lluvia, que además de desvirtuar el acto trae mala suerte a los cónyuges.
¿En qué consiste esta receta del capuchino?
Es un tipo de bizcocho elaborado con yema de huevo. Es de color amarillo oscuro, muy suave y sumergido en almíbar. El secreto para prepararlo es hacer un almíbar bastante espeso con sabor a anís o vainilla, que le da un carácter especial.
Para hacer esta receta de capuchino cubano se necesita unos moldes especiales para que siga teniendo la característica forma de cono, pero si no disponen, también pueden hacerlo en moldes para muffins.
Los cubanos preparan este postre de muchas maneras diferentes y dependiendo de la forma final también varía su nombre. Debe tener cabezas grandes, si son redondas en forma de cono.
¿Cómo preparar el capuchino?
Ingredientes
Para preparar esta exquisita receta, necesitarás 6 tazas de azúcar blanca, 3 tazas de agua, 2 cucharadas de harina, 4 cucharadas de maicena, Jugo de un limón y ralladura de limón. También requieres de más ingredientes: 1 trozo de canela, 2 cucharadas de vainilla o unas gotitas de esencia de vainilla, 12 yemas de huevo y 2 claras de huevo.
Preparación paso por paso
Lo primero que debemos hacer es precalentar el horno, así se encuentra en condiciones cuando debamos cocinar nuestra preparación.
El siguiente paso es comenzar con la preparación del almíbar para nuestros capuchinos. Para eso, disolvemos nuestras 3 tazas de azúcar con las 3 tazas de agua en una olla o recipiente a fuego medio. Una vez disuelto, le agregamos el jugo de un limón y el trozo de canela. Cuando se encuentran integrados, los dejamos hervir durante 3 minutos. Luego sumamos la cucharada de vainilla o las gotitas de esencia de vainilla, revolvemos y lo dejamos reposar.
Después será el momento de las doce yemas de huevo y las dos claras: debemos batirlas con mucha energía durante 15 minutos a mano, o con batidora durante 5 minutos, hasta que se vuelva una mezcla más bien espesa, suave y no tan líquida.
Una vez batidos los huevos comenzamos a agregar muy de a poco, con movimientos envolventes la segunda cucharada de vainilla, las 2 cucharadas de harina, las 4 cucharadas de maicenas y las 3 tazas restantes de azúcar. Debe realizarse muy suavemente para que la preparación de nuestros capuchinos no se vuelva muy líquida.
Una vez integrados todos nuestros ingredientes, vertemos la mezcla en un molde para capuchinos cubanos. Puedes conseguirlos en los mercados, supermercados o bazares, nosotros sugerimos que sean de metal, aunque muchos eligen conos de papel, y que queden parados sobre la fuente con agujeros. Por lo general se obtienen juntos y pueden ser reutilizados.
Después, los metemos al horno durante 20 minutos. Cuando la parte superior de los conos se encuentren dorados, significa que nuestros capuchinos ya se encuentran listos.
Por último, los retiramos cuidadosamente de la fuente para que no se partan, les echamos el almíbar por encima, ¡y listo! Tus capuchinos cubanos ya se encuentran a punto para el deleite de todos los paladares.
Video de la receta de capuchino cubano
Es imposible no pensar en ellos cuando nos preguntan si tenemos ganas de comer algún dulce. Además, nos recuerdan a los postres caseros que nuestras abuelas preparaban en sus cocinas, por lo que nunca está de más saber hacer la receta de capuchino cubano y así continuar con nuestra tradición. Tenerlos en nuestro refrigerador para deleitarnos siempre es una bendición. ¡Buen provecho!
