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¿Cuándo se celebra el Día de San Lázaro?
Cada 17 de diciembre se celebra una de las festividades religiosas más importantes y conmovedoras del país: el día de San Lázaro.
Este santo, representado como un hombre anciano con muletas, cubierto de llagas y acompañado por perros, simboliza esperanza, fe y la lucha contra las adversidades.
Aunque en el catolicismo existen diferentes figuras de San Lázaro, en Cuba la devoción se centra en el San Lázaro de los Pobres o San Lázaro Llagado, quien también se ha sincretizado con el orisha Babalú Ayé en la religión afrocubana.
Historia de San Lázaro y su veneración en Cuba
La historia de San Lázaro tiene sus orígenes en la Biblia, en el evangelio según San Lucas, donde se narra la parabólica historia del mendigo cubierto de llagas que vivía frente a la casa de un hombre rico.
Mientras que el rico disfrutaba de lujos, Lázaro sufría hambre y miseria, consolado solo por los perros que lamían sus heridas. Al morir, el alma de Lázaro fue llevada al cielo por los ángeles, simbolizando la recompensa divina a los humildes y sufridos.
En el catolicismo, también se venera a San Lázaro de Betania, hermano de Marta y María, quien fue resucitado por Jesús según el evangelio de San Juan. Sin embargo, el San Lázaro venerado en Cuba no está relacionado con esta figura, sino con el mendigo mencionado en la parabólica historia. Este detalle es clave para comprender la singularidad de la devoción cubana.
El Rincón de San Lázaro: epicentro de la fe
En las afueras de La Habana, el Santuario Nacional de San Lázaro, conocido popularmente como El Rincón, se convierte cada año en un lugar de peregrinación masiva. Miles de devotos llegan desde todas partes del país y el extranjero para agradecer milagros recibidos o cumplir promesas.
Muchos caminan descalzos, se arrastran sobre sus rodillas o cargan pesadas cruces en muestra de sacrificio y gratitud, creando una atmósfera de profunda emoción.
El Rincón no es solo un santuario religioso, sino también un espacio donde convergen las tradiciones católicas y la religión afrocubana. En este lugar se realizan rezos, ofrendas y ceremonias que mezclan elementos de ambas prácticas, reafirmando la riqueza cultural y espiritual de Cuba.
Sincretismo con Babalú Ayé
En la religión afrocubana, San Lázaro se sincretiza con Babalú Ayé, el orisha asociado con las enfermedades, la curación y la protección de los desvalidos. Al igual que San Lázaro, Babalú Ayé es representado como un anciano que lleva muletas y tiene el cuerpo cubierto de llagas. Este paralelismo ha fortalecido su conexión simbólica y devocional.
Durante la época colonial, los esclavos africanos, obligados a adoptar el catolicismo, identificaron a sus deidades con los santos cristianos. Babalú Ayé y San Lázaro comparten atributos como la compasión hacia los enfermos y la promesa de sanación, lo que los hace figuras esenciales en la religiosidad popular cubana.
Promesas, ofrendas y peticiones a San Lázaro
Los devotos de San Lázaro suelen hacer promesas en momentos de necesidad, comprometiéndose a realizar actos de sacrificio o agradecimiento si reciben su ayuda. Estas promesas incluyen:
- Peregrinaciones descalzos hasta el santuario.
- Arrastrarse largas distancias como muestra de penitencia.
- Encender velas y rezar novenas.
Entre las ofrendas más comunes se encuentran alimentos como panes, frutas, vino y flores, además de representaciones simbólicas de sus muletas o perros. Muchas personas también depositan dinero y objetos personales en los altares como muestra de agradecimiento.
San Lázaro es invocado principalmente para pedir salud, curación de enfermedades graves, protección contra la pobreza y ayuda en situaciones desesperadas. La devoción hacia él está cargada de emoción, y sus fieles le atribuyen numerosos milagros.
La devoción a San Lázaro es una de las más profundas y emotivas de Cuba. Cada 17 de diciembre, su figura inspira a millones de personas, quienes encuentran en él un refugio de esperanza y un símbolo de lucha contra la adversidad. Su festividad no solo refleja la fe de un pueblo, sino también la rica mezcla de tradiciones católicas y afrocubanas que caracterizan a la cultura cubana. Desde el santuario de El Rincón hasta los altares caseros, San Lázaro sigue siendo un poderoso testimonio de fe, devoción y milagros.
Oración a San Lázaro en Cuba
La oración más conocida a San Lázaro en Cuba refleja el fervor y la esperanza de sus devotos:
San Lázaro bienaventurado,
abogado mío, mi santo protector,
en ti pongo mi confianza,
en ti deposito mis necesidades,
mis preocupaciones y mis angustias,
mis sueños y deseos,
y, sabiendo los muchos milagros
que a través de ti se han obrado,
sabiendo la bondad que de tus manos brota
cuando con humildad y fe a ti se te pide,
hoy llego hasta ti suplicante,
pidiendo tu poderosa ayuda y misericordia.
Oh San Lázaro bendito, por la esperanza tan sublime,
que abrigaba tu corazón
de alcanzar la corona del martirio,
y por aquel deseo ardiente
de dar la vida por Aquel que te la volvió a dar
después de haberla perdido,
concédeme san Lázaro glorioso
tu valiosa mediación,
ruega por mis deseos ante el buen Jesús,
tu amigo, hermano y bienhechor,
y pide que por su infinita misericordia
me conceda lo que pido de todo corazón
y así pueda encontrar alivio en mi desesperación:
(decir con inmensa fe lo que se desea conseguir),
y si crees que no es conveniente,
dame la paz y tranquilidad a mi alma
para que espere resignado
el cumplimiento de la voluntad divina.
San Lázaro, glorioso padre de los pobres,
te ruego no dejes de ayudarme,
muéstrate propicio como siempre haces
y lleva cuanto antes mis peticiones al Señor,
dame tus bendiciones y protección,
alivia mis penas y problemas
y aleja de mi vida todo mal y enemigo.
Por Jesucristo, nuestro hermano y Señor. Amén.