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La cerveza es una bebida muy popular en los días calurosos, ya que muchas personas la consideran refrescante y agradable. Sin embargo, la cerveza puede tener efectos secundarios en el cuerpo cuando se consume en climas cálidos, por lo que es importante saber cómo afecta a la salud.
La cerveza deshidrata el cuerpo
Uno de los principales efectos de la cerveza en el cuerpo es que es una bebida diurética, es decir, que aumenta la producción de orina y hace que se elimine más agua. Esto puede provocar deshidratación, especialmente si no se reponen los líquidos perdidos con otras bebidas como el agua.
La deshidratación puede causar síntomas como sed, sequedad de boca, dolor de cabeza, mareos, fatiga y confusión. Además, puede afectar al funcionamiento normal de los órganos y sistemas del cuerpo, como el corazón, el cerebro, los riñones y el sistema digestivo.
La deshidratación se agrava por las altas temperaturas, ya que el cuerpo también pierde agua a través del sudor para regular su temperatura interna. El sudor se evapora en la piel y produce una sensación de frescor, pero también implica una pérdida de líquidos y sales minerales.
La cerveza dilata los vasos sanguíneos
Otro efecto de la cerveza en el cuerpo es que tiene un efecto vasodilatador, es decir, que dilata los vasos sanguíneos y aumenta el flujo de sangre a la piel. Esto puede dar una sensación temporal de frescura, pero también puede provocar una mayor pérdida de líquidos a través del sudor.
Además, la vasodilatación puede bajar la presión arterial y causar síntomas como palpitaciones, debilidad y vértigo. También puede aumentar el riesgo de sufrir golpes de calor o insolaciones, que son condiciones graves que se producen cuando el cuerpo no puede enfriarse adecuadamente y su temperatura se eleva por encima de los 40°C.
Los golpes de calor o insolaciones pueden causar síntomas como piel roja y caliente, pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza intenso, náuseas, vómitos, confusión, convulsiones y pérdida de conciencia. Si no se trata a tiempo, puede provocar daños irreversibles en los órganos o incluso la muerte.
La cerveza aporta calorías vacías
Un aspecto más a tener en cuenta es el contenido calórico de la cerveza. Muchos tipos de cerveza contienen calorías vacías debido al alcohol y los carbohidratos que tienen en su composición. Estas calorías no aportan nutrientes al cuerpo y pueden contribuir al aumento de peso y a la obesidad.
El consumo excesivo de cerveza puede provocar un exceso de calorías que el cuerpo tiene que metabolizar y quemar. Esto implica un mayor trabajo para el organismo y una mayor producción de calor interno. Además, el alcohol puede interferir con el metabolismo de las grasas y favorecer su acumulación en el hígado y otras partes del cuerpo.
El aumento de peso y la obesidad pueden afectar a la salud de diversas formas. Pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial, colesterol alto, apnea del sueño y algunos tipos de cáncer. También pueden afectar a la autoestima y a la calidad de vida.
¿Cuáles son las mejores bebidas para refrescar el cuerpo?
- El agua: es la bebida más importante para hidratarse y mantener el equilibrio hídrico del organismo. Se recomienda beber al menos dos litros al día, sin esperar a tener sed.
- Las infusiones: pueden ayudar a regular la temperatura corporal de forma más eficiente que las bebidas frías, siempre que se puedan sudar. Algunas infusiones adecuadas para el calor son el té verde, la menta, el jengibre o el limón.
- Los zumos de frutas naturales: aportan vitaminas, minerales y antioxidantes, además de agua. Se pueden combinar con hielo o hacer granizados para refrescarse más. Algunas frutas recomendables son la sandía, el melón, la naranja o el pomelo.
- Los batidos de frutas y verduras: son una forma de hidratarse y nutrirse al mismo tiempo. Se pueden preparar con leche, yogur o agua y añadir frutas y verduras de temporada. Algunas combinaciones posibles son fresa y plátano, espinaca y manzana, zanahoria y naranja o pepino y limón.
Se debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas, como la cerveza, ya que tienen un efecto deshidratante y pueden aumentar el riesgo de sufrir golpes de calor o insolaciones. También se debe moderar el consumo de refrescos y bebidas azucaradas, ya que no hidratan lo suficiente y pueden provocar más sed.
Conclusión
La cerveza no es una buena opción para refrescarse en el calor
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