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Casquitos de guayaba : un manjar de dioses
Si se habla de los postres de la cocina tradicional cubana, evidentemente no pueden faltar los cascos de guayaba, son riquísimos y muy fáciles de hacer.
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Un poquito de historia de los casquitos de guayaba
Los casquitos fueron creados por un español en busca de experimentar con recetas que mezclaban variados sabores, y él decidió comenzar a integrar los elementos dulces de la guayaba; creando así los famosos casquitos de guayaba.
A su llegada a Cuba, estos deliciosos postres se volvieron muy populares debido a su novedosa presentación y exquisito sabor. Pronto se convirtieron en parte fundamental de las tradiciones cubanas al incorporarse como componente nutritivo y compartido entre todos.
Eran preparados principalmente con ingredientes naturales de la isla, como harina de maíz combinada con azúcar morena, leche condensada y ralladuras de limón o naranja agria. A lo largo del tiempo, la receta original tuvo ligeras alteraciones y, a partir del siglo XIX, se empezó a acompañar con sirope de miel o azúcar.
Actualmente, hay muchas variedades distintas por todo el país, incluyendo versiones aderezadas de chocolate amargo y con leche. Algunas son tan pequeñas que puedes comértelas enteras. Los Casquitos han sido forjadores determinantes e innovadores que han transformado los sencillos dulces caseros en sabrosas ensaladas gourmet para los más chicos y grandes.
La guayaba y sus beneficios
La guayaba es una fruta muy abundante en Cuba, rica en vitamina C y poderes nutricionales. Entre sus múltiples beneficios para la salud podemos mencionar su alto contenido de ácido fólico, una vitamina del complejo B indispensable, recomendada sobre todo en mujeres embarazadas.
Además, nos enloquece probar bocadillos deliciosos y dulces y la guayaba resulta esencial pues con ella podemos hacer varias recetas, sobre todo de postres.
Casquitos de guayaba : la receta
Los ingredientes serán 2 kg de guayaba madura y ½ kg de azúcar blanca
Preparación
Pele las guayabas con cuidado de no romper la masa del fruto que es lo que se utiliza para hacer los cascos de guayaba.
Una vez peladas, corte cada guayaba a la mitad y retire las semillas y pulpa interior con una cucharilla pequeña pero no la deseche.
Limpie bien cada casco y échelos en una cazuela cubriéndolos con agua.
Después los dejas cocinar a fuego medio hasta que rompan a hervir. Luego le retiras toda el agua. Adicione agua fresca hasta cubrir los cascos nuevamente y colóquelo nuevamente a fuego medio, añada la mitad del azúcar y continúe la cocción.
Revuelva con una cuchara de madera a intervalos para evitar que se pegue y después adicione el resto del azúcar finalizar la cocción cuando los cascos estén blandos y el almíbar en el punto deseado.
Se recomienda acompañar este postre con queso crema.
Con la pulpa que aún contiene las semillas puedes hacer un excelente jugo.
Solo tienes que adicionarle agua en la misma proporción que la pulpa.
Luego la pasas por la licuadora, la cuelas y por último la endulzas según lo prefieras. Se recomienda servir bien frío al igual que los cascos de guayaba en almíbar.