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El Starship de SpaceX, explota tras su lanzamiento (+ Video)
El Starship de SpaceX, el cohete más grande y más poderoso que se ha creado, despegó de su plataforma de lanzamiento en Boca Chica, Texas. Pero el primer vuelo de la empresa de Elon Musk, terminó pocos segundos después de que comenzó a dirigirse hacia el cielo.
En el punto en que el propulsor trató de separarse fue cuando las cosas salieron mal. El propulsor comenzó a dar vueltas y luego, una explosión. SpaceX llamó al evento un “desmontaje rápido no programado”. El hecho de que el cohete haya despegado es un comienzo: la empresa de Elon Musk ahora evaluará qué salió bien y qué salió mal, y luego intentarán de nuevo.
“¡Felicitaciones al equipo de SpaceX por un emocionante lanzamiento de prueba de Starship! Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses”, tuiteó Elon Musk minutos después de que explotó el cohete.
¿Qué ha ocurrido?
El cohete que ha explotado en realidad consta de dos partes: la primera etapa, el cohete Super Heavy, sirve para impulsar la segunda etapa, la nave Starship, hasta ponerla en órbita. Para liberarse, Starship no utiliza mecanismos de separación activos como otros cohetes. Se limita a girar sobre sí mismo, como la rosca del tapón de una botella, para abrir las mordazas de unión y esperar que la fuerza centrífuga fuerce la separación. Esa parece ser la maniobra que ha fallado hoy.
Probablemente, la causa que menos se esperaba: el cohete podía explotar, desintegrarse en vuelo o desviarse de ruta. Todo eso era asumible. Pero lo que nadie suponía es que las mordazas no se abrieran, cuando es un mecanismo mil veces probado.
En la transmisión de vídeo se ha visto cómo el cohete giraba una y otra vez, pero sin conseguir separarse. Tras esos intentos, cabe suponer que el programa de vuelo ha decidido enviarle la orden de destrucción.
El mecanismo son unas cargas explosivas situadas en ambas etapas del vehículo, entre los tanques de oxígeno y metano. Al detonar, los dos líquidos se mezclan y destruyen el cohete para evitar que una caída a tierra descontrolada pueda ocasionar daños.
Todos los lanzadores espaciales, ya desde los primeros años de la carrera espacial, llevan a bordo dispositivos similares. Como la primera fase, Super Heavy, ya estaba agotando su combustible y la Starship no lograba zafarse, el artefacto de 120 metros caería entero sobre el suelo provocando grandes riesgos. Una multitud se había congregado en la zona para ver el lanzamiento.