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Yogurt natural: la receta en 7 pasos
Desde casa podemos hacer un rico yogurt natural, muy cremoso y sobre todo rápido.
Aprender a hacer yogurt natural nos permitirá disfrutar de un producto totalmente sano y evitaremos consumirlo muy procesado con ingredientes que a largo plazo puede dañar nuestra salud.
Si tienes niños en casa, con seguridad amarán que le preparares una y otra vez esta receta.
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¿ Cómo hacer yogurt natural?
Para hacer yogurt casero basta con tan solo 2 ingredientes, leche y solo un poco de yogurt natural sin azúcar que servirá como fermento.
El proceso es muy simple,pero antes necesitamos aclarar que tipo de leche necesitamos y cuál es el motivo.
Acerca del tipo de leche
La leche si es de origen animal y fresca, es mejor porque conserva en prefecto estado el valor biológico de proteínas la no ser pasteurizada como muchas otras.
Aunque perfectamente puedes emplear leche en polvo entera, porque mientras mayor porcentaje de grasa tenga, más cremoso nos quedará el yogurt.
También puede usarse leche semidesnatada o desnatada, sin embargo, la textura cambia muchísimo y ya no será tan cremosa.
De igual forma puedes optar por mezclar la leche líquida con un poco de leche en polvo para que quede aún más espeso, todo depende de tu gusto.
Ingredientes para esta receta
Como dijimos anteriormente, para este delicioso yogurt solo vamos a necesitar 1 litro de leche entera y 250 gramos de yogurt natural sin azúcar.
Pasos para la elaboración
Primero calentamos la leche a fuego medio, muy poco, solo durante 10 minutos aproximadamente. La temperatura adecuada de la leche es de hasta un máximo de 46C, si no tienes termómetro de cocina solo introduce el dedo meñique y cuenta hasta 10. Deberás sentirla tibia pero que no te quema.
Retírala del fuego, extrae una pequeña porción para mezclar con el yogurt en otro recipiente.
Cuando no queden grumos, vertemos esta mezcla en el resto de la leche y continuamos removiendo para que se integre bien.
Tapamos la olla o la vertemos en otro recipiente y cubrimos bien con una toalla o un paño grueso y oscuro para que conserve bien la temperatura.
Luego colocamos el recipiente envuelto en un lugar seco y cálido, puede ser dentro de un closet, o el horno, o en la propia cocina.
Dejamos reposar sin tocarlo durante 5 o 6 horas. También lo puedes dejar toda la noche.
Pasado este tiempo le retiramos la toalla y sin removerlo lo llevamos al refrigerador por 4 horas para que termine de alcanzar la consistencia cremosa que queremos.
Y ya tendremos un rico yogurt natural para disfrutar como desayuno o una merienda a cualquier hora del día.
